(NAPS)—Si bien la mayoría de las personas consideran su peso, su presión arterial o su tiempo al correr cuando piensan sobre salud, a menudo se ignora un parámetro importante: la respuesta glucémica. La respuesta glucémica se usa como una manera de clasificar a los alimentos según su potencial para aumentar la glucosa en sangre (azúcar en sangre), ya que la respuesta glucémica es la medida del impacto que un alimento particular tiene sobre el azúcar en sangre. Los alimentos con mayores velocidades de digestión y absorción de hidratos de carbono hacen que los niveles de azúcar en sangre aumenten con mayor rapidez que aquellos con una menor respuesta glucémica, cuando la glucosa se libera a la sangre lentamente.
Los científicos dicen que la rapidez con la que se absorben los hidratos de carbono después de una comida, según lo muestra la respuesta glucémica, tiene efectos considerables sobre los niveles de insulina y la salud en general. Comer muchos alimentos de alta carga glucémica puede aumentar el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
La Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Food and Agriculture Organization of the United Nations, FAO) recomiendan que las personas de los Estados Unidos y de otros países industrializados basen sus dietas en alimentos de bajo grado glucémico para reducir el riesgo de muchas enfermedades.
Los alimentos con una menor respuesta glucémica, como los polioles (también llamados alcoholes de azúcar), también pueden ser útiles para reducir la respuesta de la persona a la insulina y, por lo tanto, reducir el riesgo de diabetes. Como lo indica la Junta de Alimentación y Nutrición del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos: “Los alimentos almidonados que se absorben más lentamente, que están menos procesados o se procesaron de maneras tradicionales, podrían tener ventajas para la salud sobre aquellos que se digieren y absorben rápidamente… En un momento donde las poblaciones son cada vez más obesas, inactivas y propensas a la resistencia a la insulina, las intervenciones dietéticas que reducen la demanda de insulina podrían tener ventajas”.
Para ayudar a las personas a bajar la respuesta glucémica a lo que consumen, hay alimentos y bebidas de bajas calorías y sin azúcar que se hacen con polioles, o alcoholes de azúcar, un grupo de hidratos de carbono poco digestibles que tienen un sabor dulce pero tienen ventajas especiales.
Todos los polioles tienen una respuesta glucémica baja y pueden usarse para reemplazar al azúcar y a los almidones de alto grado glucémico completa o parcialmente en una amplia variedad de alimentos, que incluyen productos lácteos, artículos de panadería, goma de mascar, dulces, helado y mermeladas de fruta. Además, funcionan bien en rellenos y coberturas, frutas enlatadas, bebidas y yogur.
Esto puede reducir la carga glucémica general de la dieta y, por lo tanto, reducir el riesgo de una variedad de enfermedades relacionadas con el “estilo de vida”, como la obesidad y la diabetes.
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Para obtener más datos sobre los polioles, visita http://polyol.org.